OpenGL es capaz de visualizar puntos, incluso puntos que, matemáticamente no tienen ninguna extensión en ninguna dimensión. El problema se resuelve dibujando los puntos directamente como un conjunto de pixeles en la ventana.
Siempre que se quiera dibujar un objeto de OpenGL (en este caso un conjunto de puntos, después veremos segmentos y polígonos) hay que decírselo de antemano con la función
Un conjunto de puntos se define entonces con llamadas a
y se termina el trabajo con
Anota que, entre una llamada a glBegin() y su correspondiente llamada a glEnd(), se puede llamar sólamente a un subconjunto de todas las funciones de OpenGL.
Se puede cambiar el tamaño, medido en pixeles, de los puntos posteriormente dibujados con
Para que nos dibuje (el mago dentro del ordenador) el contenido de la ventana tenemos que llamar a la función
y en ciertas circunstancias también a