Para mejorar la aparencia de las animaciones es conveniente usar un doble buffer para la memoria de la ventana. La idea es sencilla: cuando estamos contemplando el contenido de uno de los buffers, se dibuja el nuevo mundo virtual en el otro buffer, una vez terminado el dibujo se intercambia los dos buffers en un milisegundo. Así siempre veremos una imagen estable.
El uso de un doble buffer se tiene que avisar en la función
que llamamos al principio del programa y se intercambia los buffers con
que será la última acción en la función Display().