El algoritmo de Dekker y sus derivados provocan una espera activa de los procesos cuando quieren acceder a un recurso compartido. Mientras están esperando a entrar en su región crítica no hacen nada más que comprobar el estado de alguna variable.
Normalmente no es aceptable que los procesos permanezcan en estos bucles de espera activa porque se está gastando potencia del procesador inútilmente.
Un método mejor consiste en suspender el trabajo del proceso y reanudar el trabajo cuando la condición necesaria se haya cumplido. Naturalmente dichos técnicas de control son más complejas en su implementación que la simple espera activa.